Yo
digo que sí.
En
España no está regulada la figura de un Wedding Planner, como puede ser en los
Estados Unidos u otros países; pero, por qué arriesgarse a que algo no salga
como debería, lo mejor es siempre tener un plan B, y es lo que un Wedding Planner
ofrece, dar soluciones cuando algo inesperado ocurre.
Cuando
una pareja decide casarse, regularmente sucede que tienen muchas ideas de lo
que será su Gran Día, imaginándose cómo serán las invitaciones, o el vestido de
novia, los colores que quieren o cómo desean su tarta, en fin, muchas cosas a
la vez que al final se preguntan, y ahora ¿cómo lo hacemos?
Muchos
optan por llevar ellos mismos la organización de su boda en base a lo que
quieren sin darse cuenta de que muy probablemente terminen gastando aún más de
lo que planearon. Además, buscan un
estilo o tratan de dar un sentido propio a la boda sin tener en cuenta que esto
es mucho más complicado de lo que parece.
El
trabajo de un Wedding Planner consiste en ser intermediario entre los
proveedores y los novios, ocupándose de que se lleven a cabo las ideas de la
pareja. Para un Wedding Planner es
imprescindible saber de protocolos y de trabajo comercial, por ello, puede
decirse que es un trabajo completo ya que se trabaja en distintas áreas. Incluso me atrevo a decir que se necesita la
empatía de un psicólogo, puesto que se debe saber controlar los nervios y
sentimientos que puedan sufrir la pareja.
A mi
parecer la clave de un buen Weddin Planner es tener Resiliencia en el trabajo,
esto significa que debes tener la capacidad de dar soluciones a los problemas que
surjan y de esta manera la pareja pueda disfrutar de su Gran Día.
Como
en todas las relaciones, la relación que se forma entre el Wedding Planner y la
pareja, necesita confianza. La pareja
debe de confiar en que el Wedding Planner va a trabajar arduamente para hacer
realidad sus sueños.